"Me doy permiso para
sentirme una persona plenamente sexual y sexuada:
me permito gozar tranquilamente,
suavemente, dulcemente,
cósmicamente,
como yo quiera,
como salga de mi interior,
como surja,
de mi creatividad-sexualidad.
No reduzco mi sexualidad
a mi genitales.
Y vivo mi sexualidad
felizmente:
ni culpa ni pecado.
...
...
Me doy permiso para,
dar rienda suelta
a mis fantasías eróticas
y ponerlas en práctica
con mi pareja
o con la persona
que coincida conmigo.
Coincidir: se trata de coincidir.
Me doy permiso para no agobiarme
por sentimientos de vergüenza;
la vergüenza es algo social,
exterior a mí.
Las vergüenzas son algo
que nos inculcaron de niños.
Mientras que lo que cada uno
de nosotros fantaseamos,
experimentamos y vivimos
cuando somos adultos
nos pertenece a nosotros mismos
y no a la sociedad.
Nuestras fantasías son nuestras:
son una parte de nuestro ser,
las creamos nosotros mismos,
y por tanto son valiosas
y no despreciables
ni vergonzosas.
...
...
Me doy permiso para
el autoerotismo,
para tener un orgasmo yo solo
o en compañía.
Me doy permiso para
abandonarme al placer,
para dejar que me recorra
la espalda, las piernas, el cuello,
toda mi columna, el vientre...
el cuerpo entero.
Decido no vivir en la frustración
y la carencia cuando no coincido
sexualmente con mi pareja
en determinadas ocasiones:
puedo darme placer yo mismo
y no proyectar frustración
ni dependencia.
Me permito disfrutar
de mi cuerpo
de mi sexo:
mi cuerpo y "yo"
no somos dos "cosas" separadas.
Decido disfrutar de mí mismo."
Joaquín Argente - Me doy permiso para...
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El meu desig per aquest 2015, que et donis permís.
Bon any nou!