Qué fantásticos son aquellos primeros momentos de una relación. Esas mariposas por ver a la persona. ¿Qué me pongo? ¿Me llamará? Excitación y euforia per todos los poros de tu piel. Todo el día en esa nube pensando y hablando de lo bonita que es vuestra historia de amor...
De verdad ¿creéis que se puede sobrevivir así toda la vida?
No te concentras, solo piensas en tu amadx, eres un torbellino de nervios, no te concentras y dudas incluso de lo que te vas a poner. Te vas a quedar sin amigxs al final cuando vuelvas a explicar la misma historia! Pero no mencionar tu carita te tontx que se te queda cada vez que ves a la persona.
“El que vive enamorado delira, a menudo se lamenta, siempre suspira, y no habla sino de morir.” Pietro Metastasio
Por supuesto que es una época maravillosa. Por descontado nunca volverá a ser como al inicio y NO significa que el amor se haya terminado y que lo que venga no tenga que ser, incluso, mejor.
Este enamoramiento apasionado (distinto al amor) es producto del aumento de niveles de tres neurotransmisores químicos esenciales en el cerebro. Los cuales permiten que las células cerebrales se comuniquen unas con otros. Nuestras células van a "toda pastilla" y es que estas substancias son similares a les anfetaminas. Esta "adicción al amor" no perdura (máximo 18 meses) ya que nuestro cuerpo desarrolla tolerancia al igual que lo haría con cualquier droga. Por esta razón, que una relación termine durante este período puede resultar muy doloroso y llevarnos a sentir tal ansiedad, desesperación y dolor como la que podría experimentar un adicto durante su abstinencia.
Nuestro cuerpo, más inteligente de lo que nos pensamos, nos da la oportunidad y el tiempo necesario para que intimamos. Nos permite conocernos uno al otro, evolucionar como pareja y crear vínculo. En este avance también influye la intensificación gradual de la producción de otro conjunta de neurotransmisores: las endorfinas. Parecidas a la morfina, que contribuyen a la sensación de seguridad, tranquilidad y paz que dan las relaciones amorosas sanas a largo plazo.
Son muchas las parejas que rompen alrededor de los 3 años con la falsa creencia que "al no tener mariposas es que el amor se acabó". De solo enamoramiento no vive una relación. Tenemos que aprender a evolucionar juntos, comunicarnos revivir la pasión cuando queramos, escucharnos, respetarnos saber dar y recibir... cuando trabajamos para conseguir todo esto el amor perdura más allá del enamoramiento.
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